domingo, 17 de julio de 2011

Y escapar...


Me encantaría salir volando de aquí. Librarme de todo lo que me rodea, huir. Quiero escapar. Estoy cansada de las mismas discusiones, las mismas palabras, los mismos insultos y desprecios. Me he hartado de todo.

Me encantaría irme de viaje, ir a un lugar lejano y desconocido, apartado de la rutina. Hacer lo que me plazca sin dar explicaciones a nadie. Cuidar de mi misma y demostrarme de lo que soy capaz. Enseñar al mundo que no necesito a nadie, que se sobrevivir sola.

Me encantaría decirle tantas cosas. Tendría mas de mil palabras para describir como es, y ninguna buena. Soltaría por mi boca un sinfín de pensamientos guardados, antiguos y nuevos. Con lagrimas en los ojos escupiría todo el veneno que llevo dentro.

Me encantaría dejarlo todo y escapar...



jueves, 14 de julio de 2011

Glee


La verdad es que desde el primer episodio que vi, me enganche a la serie, y me gusta tanto, que aquí va mi pequeño y particular homenaje a Glee. He decidido dedicar una entrada a Glee porque me he dado cuenta gracias a la serie, de lo importante que son los amigos, y de que la música juega un papel fundamental en mi vida.

Podría expresar cada momento de mi vida con una canción.



lunes, 11 de julio de 2011

Familia vs. Trabajo


Mi eterno duelo, entre el trabajo y la familia.
No conté que estuve trabajando un fin de semana felizmente en unos grandes almacenes, y todo fue genial, a pesar de que el sueldo no mereciera la pena, pero pude ver por fin mi primera nomina, hice buenas amigas y compañeras de trabajo y me sentí por una vez en la vida, independiente.

Hasta ahí todo perfecto, me volvieron a llamar para trabajar al finde siguiente lo que me alegró bastante sabiendo que las ultimas chicas que habían trabajado en ese puesto no habían durado ni un día. Así que acepte.

Ahora es cuando la familia entra en juego. Resulta que mi padre tiene una asesoría, y la chica que le ayudaba se fue, y claro... a echado mano de su hija. Así que tuve que rechazar el trabajo para ayudar a mi padre. Y hasta ahora así sigo.

Y si ya suficiente carga es tener que aguantarlo en casa, no os podéis imaginar el tormento que soporto las 24 horas del día con el, en casa y en la oficina. Discutimos diariamente. Ya no lo soporto más. Intento no escucharlo, pero es insistente como el solo. Soy una mártir.

Menos mal que solo pienso en el momento en que acabe el trabajo y pueda disfrutar de mi remuneración y derrocharla en un poco de descanso de este agobiante trabajo. Por suerte solo será temporal, en cuanto empiece mis practicas... Byebye oficina!



Sin duda, lo mio es la MODA. No el papeleo.